LA PEDAGOGÍA FEMENINA: FENELÓN
Fenelón criticaba la educación monástica
y promulgó la instrucción general de la mujer. No solo apela por la educación
teórica de la mujer sino también la educación práctica, en la enseñanza para
convertir a las protestantes de la fe católica.
Dicha
educación debía comprender mucha lectura, pero además ser atractiva a los ojos
de las estudiantes, incluiría juegos sumado a la instrucción. Así convertiría a
la educación en una obra de buen gusto.
Éste escribió La
educación de la mujer cristiana, en la que pedía que no
limitara su cultura al conocimiento de las primeras letras y a las faenas
domésticas, sino que debiera también estudiar las letras clásicas, la retórica,
la gramática y la poesía, permitiéndole la lectura de las obras de Platón,
Cicerón, Séneca y Plutarco.
En el ser
sentido humanista trata la educación femenina Fenelón (Francisco de Salignac de
la Motte-Fenelón),
quien vivió en 1651 a 1715. Fenelón se ocupó de la educación no sólo
teóricamente, sino también prácticamente. En efecto, fue primero director de un
colegio de muchachas, las Nouvelles Catholiques, para convertir a las jóvenes
protestantes a la fe católica; después fue preceptor del duque de Borgoña,
nieto de Luis XVI, con quien tuvo un gran éxito como educador. Los escritos
pedagógicos de Fenelón son de dos clases: tinos dedicados a la educación de
este príncipe, entre los cuales se encuentra su conocido Telémaco, impregnado
de cultura clásica, y otro dedicado a la educación femenina, con el título de
la educación de las niñas compuesto a instancias de los duques de Beauviliers
para la educación de sus hijas. Sus obras influyeron grandemente en la educación
francesa.
Al
finalizar la edad media, las concepciones teocentristas del ser humano van
desapareciendo y dando inicio a un período de intensa actividad intelectual en
el ser humano.
A partir de esta época, el hombre se convierte en el centro de la
sociedad, y por el hombre, también se debe entender todo lo producido por él.
El Renacimiento rompe con la visión religiosa y triste de la vida, propia de la
Edad Media, y da lugar a una actitud humana y placentera de la existencia.
En este esquema podemos observar en forma concreta las ideas de
Fenelón:
⇨La educación femenina, María
de Maeztu (1881-1948)
En
aquellos años de finales del siglo XIX, el acceso de las mujeres a la enseñanza
universitaria continuaba siendo algo extraño y reservado a unas pocas valientes
que se adentraban en aquellas aulas atestadas de hombres disfrazadas como ellos
para aprender como ellos. A pesar de que a partir de 1888 las mujeres podían
acceder libremente a la formación universitaria, su presencia en las aulas
tardaría mucho en ser algo común e incluso masivo en nuestro país.
En
aquellos tiempos en que la mujer era definida como el ángel del hogar, universo
en el que debía permanecer, una mujer María de Maeztu, junto con otros
destacados nombres de escritoras, políticas e intelectuales feministas,
trabajaron toda su vida por defender la enseñanza libre para ellas.
EMPÍRICA
EL
EMPIRISMO
Desde
el siglo XVI hasta el XVIII se desarrolla en Inglaterra, paralelamente al
idealismo racionalista del continente, una filosofía con caracteres propio,
netamente definidos. Entre Bacon y David Humé se extiende una serie de
pensadores que se oponen en cierta medida a Descartes Leibniz.
Empirismo: Término procedente del
griego "impediría" (experiencia). Corriente filosófica que considera
que nuestro conocimiento deriva de la experiencia, por lo que ésta se convierte
en la única fuente de conocimiento, la corriente filosófica que se desarrolla a
partir del siglo XVI en Gran Bretaña, cuyos representantes más destacados
fueron Locke, Berkeley y Humé.
El
empirismo es un movimiento filosófico cuyas ramificaciones son múltiples.
El
único rasgo común a todas ellas es no admitir más que un medio de conocimiento:
la experiencia.
¿Qué es el empirismo?
Fuente
y el límite del conocimiento es la experiencia sensible)
Los
contenidos mentales no son innatos, sino adquiridos a través de la experiencia
(“el entendimiento humano es como una tabla rasa en la que nada hay escrito
“hasta que la experiencia comienza a dejar su huella).
c)
Lo que determina el valor del conocimiento y la ciencia es su utilidad (a
diferencia de Aristóteles para quien el fin del conocimiento es satisfacer la
curiosidad innata del ser humano)
d)
El tipo ideal de ciencia no son las matemáticas y su método deductivo, como en
el racionalismo, sino las ciencias empíricas que se basan en hechos
comprobables y utilizan el método inductivo (por ejemplo, la física de Newton).
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